Nadie puede negar el interés que despiertan en todos nosotros, mortales normales y corrientes, la vida personal de actores y actrices, estrellas inalcanzables de Hollywood, y cineastas en general. Esas historias personales o anécdotas privadas, sobre su vida fuera de las pantallas nos atraen irremediablemente. Cuando, además, éstas tienen un halo de maldición o leyenda negra vinculada a algún rodaje de película el interés que causa en nosotros se eleva exponencialmente, llegando a alcanzar la categoría de morbo (malsano, incluso). Historias macabras alrededor de actores y actrices, directores, guionistas, etc. las hay, para qué engañarnos, como las hay alrededor del resto de los comunes. ¿Qué tienen ellos de diferente que les fuese a hacer librarse de lo que parecen verdaderas 'maldiciones'? Dicho esto, me dispongo a hacer un repasito por algunas de las más famosas de estas leyendas negras que han acontecido alrededor del mundo del cine y sus protagonistas.
Si hay una que todos tenemos grabada en nuestra memoria, por tratarse quizá de una de las más impactantes, es la que vivió el director de cine Roman Polanski a raíz del rodaje de uno de sus filmes más polémicos, Rosemary's Baby que desvelaba desde el inicio todo el sentido del filme-. Después del exitoso estreno de la película, en 1969 tuvo lugar un suceso de tintes innegablemente sangrientos, y que inexorablemente marcaría su vida.
Mientras él se encontraba en Londres, preparando el rodaje de su siguiente película (película que finalmente jamás rodaría), un grupo de seguidores y miembros de una secta llamada 'La familia' a cuyo frente se encontraba Charles Manson, siniestro asesino, entraron en su residencia en Los Ángeles donde se encontraban cenando su mujer, la actriz Sharon Tate, embarazada de 8 meses, y cuatro amigos más. Acabarían con la vida de todos ellos, más un adolescente que pasaba por la casa, tras practicar una especie de rito satánico y torturar a sus víctimas. Con la sangre de los cuerpos sin vida, los asesinos, que entraron en la casa armados con rifles y cuchillos para perpetrar la masacre y cuyo mensaje sectario vaticinaba el apocalipsis, escribieron en las paredes mensajes como 'cerdos' y 'helter skelter', título de una cación de los Beatles considerada por la secta como una profecía del fin del mundo.
La casa donde tuvo lugar un 9 de agosto esta orgía de sangre que conmocionó a todo Hollywood se situaba en el 10050 de Cielo Drive. La pareja, que se había conocido durante el rodaje de El baile de los vampiros, el gran salto de Polanski a Hollywood, la había alquilado y la convirtió en el centro de celebración de las mejores fiestas de todo Hollywood. Curiosamente, en esa misma casa habían vivido con anterioridad Candice Bergen y el empresario discográfico Terry Melcher (hijo de Doris Day) que había rechazado producir la música de Charles Manson, aspirante a estrella del rock. Tras el siniestro suceso nadie quería habitar la mansión, que finalmente fue derriba en 1994 para construir una nueva. A pesar de ello, la residencia sigue sin tener habitante alguno. Pudiendo elegir hogar, yo tampoco me decantaría por esta casa. Otra de las consecuencias de este suceso fue el terror que se instaló entre los habitantes de Beverly Hills, que convirtieron sus mansiones en auténticas fortalezas equipadas con todo tipo de medidas de seguridad.
Dejo a un lado el resto de leyendas negras vinculadas a participantes en películas de terror como Polstergeist, El Exorcista o Damien, entre otras, porque merecen un post a parte y por entero. Pero, aún no abonadono el capítulo Ponlanski que acumula otra historia de innegable morbo, aunque en otro sentido bien diferente. En 1977, mientras se encontraba en Estados Unidos fue acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una menor de edad, concretamente con una chica de trece años. Se vio por ello involucrado en un escándalo de abuso sexual y drogas. Él se excusó diciendo que no conocía la edad de la chica, aún así pasó varios meses en prisión antes de escapar del país mientras estaba en régimen de libertad bajo fianza. Desde entonces vive en Francia, país desde el cual no puede ser extraditado, y no ha vuelto a pisar suelo estadounidense.
Otra de las leyendas más misteriosas de Hollywood es la conocida como la 'maldicion de los Lee', que afecta a dos generaciones: padre e hijo. La muerte de Bruce parece en principio normal: tras quejarse de un dolor de cabeza y medicarse para acabar con él, se fue a la cama un 20 de julio de 1973. El actor experto en artes marciales no volvería a despertar nunca. La versión oficial explica que tuvo un edema cerebral que acabó con su vida y que fue provocado por la droga que ingirió para paliar el dolor. Sin embargo, muchos no quedaron convencidos con esta explicacion; empezaron entonces a circular teorías sobre su muerte. Algunas afirmaban que se habría tratado de un envenenamiento que podría venir de las Triadas -organizaciones criminales de origen chino- por un ajuste de cuentas; otras teorías mantienen que lo mataron maestros de artes marciales en conspiración y por venganza al haber revelado demasiados secretos de este arte milenario chino.
En el caso de Brandon Lee, hijo del mítico Bruce, éste murió en trágicas circunstancias durante el rodaje de El Cuervo, película en la que trabajaba como principal protagonista. Un disparo acabó de manera inexplicable con su vida mientras se filmaba una escena en la que recibía un tiro en el estómago mientras rescataba a su novia en la ficción. El tiro debía ser con una pistola de fogueo, pero los efectos especiales no funcionaron como debían. Todo el personal que se encontraba en el set de rodaje comprobó para su sorpresa que la bala era real y que el actor fue herido de muerte. Sucedió la noche del 30 al 31 de marzo de 1993 cuando Brandon Lee tan sólo contaba con 28 años de edad. La explicación que se dio fue que el revólver Magnun de calibre 44 conservaba una vieja bala metálica en su tambor. Teóricamente se trató, por tanto, de un accidente debido a la imprudencia cometida por uno de los encargados del set por no comprobar el estado del arma. El intento de Brandon de seguir los pasos de su padre como estrella del cine de acción, a pesar de la oposición de su madre, acabó en tragedia.
Evidentemente, las imágenes de este suceso fueron grabadas; pero, previo acuerdo legal, el director decidió acabar definitivamente con ellas para evitar todo el morbo general que podrían haber levantado entre el público. Corren, sin embargo, leyendas urbanas que afirman que las imágenes fueron incluidas en el filme. El accidente, como mínimo, debe ser calificado de 'extraño'. Los hay que van más allá y aseguran que se trata de un nuevo ajuste de cuentas, la misma explicación que se ofrece sobre la muerte de su padre, Bruce Lee.
Lo verdaderamente inquietante de toda la historia de los Lee es que la película que Bruce estaba rodando cuando murió parece ser una profecía de la propia muerte de su hijo. Estoy hablando de El juego de la muerte. Rodada en 1978, en la película Bruce Lee da vida a un famoso actor, en un papel semiautobiográfico, que al ser perseguido por una banda mafiosa decide fingir su muerte durante un rodaje. Escalofriante. Ambos, padre e hijo, yacen enterrados juntos en en el cementerio Lake View de Capitol Hill, Seattle, Washington.
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